Descripción
Antología colectiva internacional poética y narrativa
Con la colaboración especial de 77 poetas y narradores:
In Memoriam Mahmud Darwish. Celebrando la libertad de la poeta palestina Dareen Tatour.
Contiene 6 fotos originales de la playa de Gaza © Mahmoud Hinnawi.
Premio al Proyecto Solidario, 2018. Ciudad de Cabra, Córdoba, España.
Libro solidario con el Campo de Refugiados Palestinos de Rafah, en la Franja de Gaza , Palestina.
Directora y antóloga de la Colección VOCES AMIGAS Mª Victoria Caro Bernal De Málaga. Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación y en Arte Dramático. Obtuvo el Primer Premio de Poesía Antonio Machado (Jaén, 1986). Ha publicado Lino blanco, 1986, y Tierra amada. Espíritu de perfecció, 2014; ha participado en varias antologías poéticas y en varios encuentros internacionales. Realiza una intensa labor cultural altruista organizando actos de interés social y cultural, sobre filosofía, ciencias y artes. Es presidenta de la ONG Tierra y Culturas y coordinadora de Universidad Abierta Retiro.
Coordinador de la colección VOCES AMIGAS Luis Solís Mendoza Nació en Perú. Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Navarra y Licenciado en Ciencias de la Educación. Ha sido profesor en universidades de Perú, España e Italia. Ha publicado ensayos de su especialidad y creaciones en prosa y verso en libros y revistas. Actualmente, trabaja como profesor de Lengua Castellana para la Comunidad de Madrid y dirije la web de entrevistas y difusión cultural «The Thinking Makes».
Prólogo
Fundamentalmente, la palabra nos ha otorgado una libertad que excede cualquier etimología o legislación. Es más, esta libertad traspasa las barreras de lo filosófico, lo religioso y lo científico, para empoderarse en el terreno de lo ilimitado y lo imposible. Como el mar, la palabra parece no tener horizontes ni fronteras; lo abarca todo y todo lo puede. Como el mar, la palabra nos une, nos comunica, cualesquiera sean los medios o los intrincados pasajes. Ella está ahí, para darnos vida, esperanza o, cuanto menos, refrescar nuestro día a día. En ese sentido, su función ética —ethos— es también una labor salvífica del espíritu humano: nos ayuda a comprender —logos— lo que somos y lo que deseamos ser. En esa correspondencia entre el ethos y el logos, la palabra es signo privilegiado no solo de nuestra humanidad, sino también —aunque lo pongamos en duda últimamente— de que somos poseedores de una inteligencia capaz de crear. Ya lo decía Huidobro: «El poeta es un pequeño Dios». Sin embargo, entre el pensar y el hacer, el verbo ha ido perdiendo fuerza y contenido. O, mejor dicho, el Hombre —en mayúsculas— ya no se compromete y, lo que es peor, no cumple con la palabra empeñada. Inevitablemente, la literatura cae bajo sospecha. La desconfianza en la belleza a través de la palabra tergiversa su finalidad artística y la somete a un falso problema de índole más bien social: ¿Para qué sirve la palabra y, con ella, la literatura?
Con El amor es como el mar, poetas y narradores de todas partes del mundo nos hacen ver que las discusiones en torno a la utilidad práctica de la palabra solo confirman su señorío: ella lo abarca todo. A pesar del maltrato que ha recibido en los últimos años, la palabra consigue transformarse en vehículo de ayuda material, para el prójimo, y de ayuda personal, para el escritor y el lector. Tengan por seguro que los refugiados palestinos de Rafah —a quienes van dirigidos los beneficios económicos de esta edición— sabrán escuchar las voces solidarias que emanan desde lo más profundo del espíritu personal. Nuestra palabra, amigos, jamás podrá ser encerrada en ningún campo de concentración. Pero aún hay más: esta antología con fines solidarios —que nació del Taller de Escritura Creativa a cargo de la Universidad Abierta Retiro— reitera el valor intrínseco del arte de la palabra: servir a la Humanidad, sin atenuantes ni remilgos, aunque la sombra de la cárcel y de la injusticia estén esperando, siempre en guardia. Mahmud Darwish y Dareen Tatour —poetas palestinos a quienes se ha consagrado este libro— son elocuentes testimonios de que la palabra lo exige todo, hasta dejarnos sin aliento. Por ello, estos versos y estas prosas son más que un «gracias» fraterno y universal de todos los poetas del mundo hacia Mahmud Darwish y Dareen Tatour, escritores de la libertad ciudadana desde la libertad verbal. El amor es como el mar es también el triunfo de la literatura y de su capacidad creadora. Ethos y logos llevados a su plenitud: aquí hay trabajo, estudio, comprensión y respeto o, lo que es lo mismo, auténtico amor por la vida y la existencia, en sus múltiples, contradictorias y muy humanas manifestaciones. Porque la creación literaria nace y se nutre de este mundo, pero la esencia de su ser la obliga a alzar un vuelo largamente satisfactorio. ¡Cuánta razón lleva la autora del poema «Mar» al iniciar con un verso sabiamente declaratorio: «Soy hija de la vida», y continuar: «En la luna mi hogar tengo, / en la tierra busco amor»! Hoy, el itinerario de ese largo vuelo literario toma forma de libro y se presenta en sociedad. Sé que esta ilusión creció en las aulas de la Biblioteca Elena Fortún de Madrid, donde nos reuníamos cada mes y donde, al fin y al cabo, nos conocíamos más. A la par sé que, en cada verso o relato, han puesto algo de ustedes, hallazgos íntimos, únicos e intransferibles. No obstante, a causa de ello, abiertamente solidarios y comunicantes. Gracias a los setenta y siete escritores por hacer que la palabra brille en inteligencia y belleza, cualidades necesarias para acercarnos a su reino de libertad y hermandad. Enhorabuena. Luis Solís Mendoza Doctor en Filología Hispánica y crítico literario
Anthony Michael Wilson –
Un gran trabajo con el resultado de un gran poemario. Enhorabuena a todos los poetas